HAKU LA YVY...

Joel C. - 3er. Año Psicología

El clima imperante de estos últimos días, el calor tremendo que te hace sudar a la tarde todo el líquido del tereré que consumiste por la mañana es el paisaje de fondo que deja entrever la caliente situación que atraviesa la FAFI actualmente.

Por un lado el ex decano con actitudes propias de un dictador viene a tratar de imponerse y recuperar a su vez el cargo que alguna vez había ocupado y del que fue apartado justamente por presuntas actividades ilícitas dentro de la institución.

Y por el otro lado, funcionarios, profesores y especialmente alumnos que valientemente apostados en el patio de nuestra casa de estudios, hacen valer sus derechos manifestándose pacíficamente en contra -no de la persona en si- del Sr. Figueredo sino de sus actitudes poco democráticas, que atropellan la autonomía universitaria, y que de forma prepotente, con una medida cautelar en manos, que vaya a saber uno de que forma $e las arreglo para conseguirla (sabemos que la justicia en nuestro país dista mucho de funcionar correctamente) irrumpió aquel jueves 13 que pintaba más a viernes 13. Actitudes que van en detrimento con lo que busca la mayoría de los ciudadanos y en especial los educandos: democracia.

La democracia o gobierno del pueblo solo se consigue trabajando con ella, en este caso el señor Figueredo que en manos tuvo alguna vez el mando de la FAFI nunca hizo valer ese estado de participación, la libertad de expresión no existía, la censura era una de las armas predilectas y demás vicios que no valen la pena citarlos, heredados de la politiquería y de la dictadura de antaño, que hasta ahora coexiste en algunas personas, y el Sr. Figueredo es “copia fiel y autenticada” de eso.

En estos días de transición democrática, de cambios de gobiernos, de vientos y aires nuevos, etc. etc. etc., resulta algo similar con lo que sucede y con lo que se pretende alcanzar en la FAFI, son en pocas palabras ansias de cambios.

Estudiantes cansados ya de corrupción e injusticias unen fuerzas para hacer frente a estas arbitrariedades. Abraham Lincon dijo alguna vez “no me preocupa el ruido de los corruptos sino el silencio de los honestos”. Ya terminaron los tiempos en que la gente aceptaba y en forma sumisa se dejaba avasallar. Hoy podemos decir con orgullo que existen jóvenes valientes y muchos de ellos están en ésta facultad decididos a luchar por esta causa justa, una especie de “cambio vs continuismo”.

Pues ya no se permitirá semejante atropello a la dignidad, autonomía y moral universitaria, y que sean vilipendiados a su vez por personas inescrupulosas con oscuros intereses y antecedentes, el Paraguay y la Facultad no necesita de tales personas.

Un pequeño-gran paso se esta dando con todo esto, los caminos se irán abriendo si nos mantenemos unidos siempre compañeros y el “haku la yvy” se podrá escuchar no por los conflictos reinantes sino por la calidez, el calor humano de cada uno de los compañeros que aportando su granito de arena, se apostan brindando su solidaridad y entrega en pos de un presente y futuro esperanzador que con fe y lucha lo conseguiremos. Vendrán vientos refrescantes, vendrán horizontes nuevos!

Hasta la meta final!