Una encuesta realizada a más de 1.000 asociados a la APM demuestra que la principal preocupación de los periodistas españoles es el intrusismo profesional, por encima incluso del paro, aún teniendo en cuenta que uno de cada cuatro periodistas ha perdido su empleo por la crisis. Esto, en mi opinión, significa que los periodistas achacamos el alto paro de nuestra profesión al intrusismo profesional.
Pero ¿qué es el intrusismo profesional? Como la definición de la RAE es bastante escasa (“Ejercicio de actividades profesionales por persona no autorizada para ello. Puede constituir delito”) digamos que intrusismo es cuando alguien mete las narices en una profesión que no es la suya, para la que no se ha formado, y para la que no tiene experiencia.
Se podría pensar entonces, que cuando alguien accede a su primer empleo y no tiene formación específica, es un intruso. En cierto modo sí, pero también es cierto que no van a despedir a nadie para que entre un novato. Este empezará como aprendiz, o como becario, según la profesión de la que hablemos, y, encima, no cobrará un sueldo, si no una miseria. Por no hablar de la necesidad de que las nuevas generaciones se incorporen al mercado laboral… En este caso, definitivamente, no son intrusos, son novatos.
En el caso del periodismo, se habla de varios tipos de intrusismo: en el terreno digital, los blogueros (y ahora también los tuiteros) son una dura competencia, ya que ellos también escriben y, algunos, concentran a mucha gente a su alrededor, interesada por sus posts. Además, una tendencia al alza en el periodismo es la especialización, asignatura que suspendemos, pues la mayoría no está especializado en nada.
¿Qué pasa entonces? Que algunos medios prefieren tirar de blogueros, que son más baratos (suelen tener un trabajo aparte de escribir en su blog) y están especializados en ámbitos muy concretos. ¿Qué podemos hacer los periodistas? Ponernos las pilas y especializarnos, adquirir experiencia en un sector concreto para saber más de ese tema que cualquier bloguero, aprender nuevas técnicas que ellos desconozcan, y rezar porque se acabe esta moda.
En la televisión la cosa es mucho peor, pues no se busca a alguien con unas condiciones similares a las del periodista, que le sustituya a un coste más bajo (lo que es hasta comprensible desde el punto de vista del empresario, aunque no es lo deseable). En la tele se busca el morbo a cualquier precio, por lo que muchas veces se tira de una cara bonita o conocida para ocupar el lugar del periodista. El tratamiento de la información dejará mucho que desear, las entrevistas serán bochornosas, pero la audiencia subirá por el morbo que supone ver a “esa chica” haciendo de periodista.
El caso más escandaloso, el encumbramiento de Belén Esteban en Telecinco, donde tiene el estatus de “cojefa” de Sálvame y realiza funciones similares a las periodísticas. La semana pasada, sin ir más lejos, la cadena anunció que la “princesa del pueblo” iba a realizar nada menos que una entrevista a Santiago Segura, algo por lo que muchos pusieron el grito en el cielo (no sólo porque Belén no sea periodista, sino porque la elocuencia y el lenguaje no son precisamente sus puntos fuertes…). Finalmente la entrevista no la realizó ella, sino Jordi González, pero ya no es tan raro ver a un famoso entrevistando a otro, o haciendo de reportero.
Así se atrae a una audiencia de nivel cultural más bien bajo o medio, muy sensacionalista, interesada en temas banales, pero audiencia al fin y al cabo. Es decir, que se pierde calidad y hasta nivel cultural, se denigra la profesión periodística, pero se gana dinero. Además, es el medio televisivo el que más se presta a tratar temas superficiales y sensacionalistas, pues cuando llegamos a casa y encendemos la tele, buscamos más relajarnos o divertirnos que informarnos (menos aún, adentrarnos en un extenso y profundo reportaje). Por lo que parece que, al menos en la tele, el intrusismo periodístico va para rato.
Otro supuesto caso de intrusismo profesional es el de personas que no han finalizado su carrera de Periodismo pero ejercen como tal (Sara Carbonero, Angels Barceló…) A mí personalmente esto no me parece intrusismo, a pesar de que últimamente salen voces opinando lo contrario, pues pienso que ser periodista no es tener un título universitario, sino que más bien consiste en tener unos conocimientos, unas habilidades y una experiencia. Por supuesto, si tienes el título mejor, pero creo que es más periodista el que tiene lo segundo sin lo primero que al revés.
Y para ti, ¿qué es el intrusismo? ¿Qué opinas de los casos de la tele e Internet? ¿Y lo de no terminar la carrera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario