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miércoles, 13 de julio de 2011

El fútbol es el deporte más popular del Paraguay y un claro factor de cohesión social.

Por David Galeano Olivera


“Jahápy ñaha’â partido”…

Entre los paraguayos esa es la invitación para ir a alguna canchita del barrio o comunidad a jugar un partido de fútbol. La traducción equivale a “vamos a jugar un partido de fútbol”.
Sin duda, el fútbol es el deporte más popular del Paraguay; es la pasión de multitudes, es un claro factor de cohesión social y la manifestación cultural que brinda la posibilidad de compartir momentos de alegría y sano entretenimiento.
Así como el fútbol es el deporte más tradicional, también la lengua Guarani es el vehículo de comunicación común del Paraguay, ubicado en el corazón de la América del Sur; donde el 87% de la población habla esta milenaria y expresiva lengua, cuyo nombre nativo es Avañe’ê.
La gran nación Guarani que pobló un extenso territorio de América -desde las antillas hasta el Uruguay y desde las estibaciones andinas hasta el Océano Atlántico- tiene, en el Paraguay, hasta 10.000 años de antigüedad. En varios museos como el Etnográfico Andres Barbero de la Ciudad de Asunción; y el Museo de la Tierra Guarani de la Itaipu, en la Ciudad de Hernandarias; se pueden observar los japepo o urnas funerarias que los Guarani utilizaron y utilizan para enterrarse al producirse la muerte de uno de sus miembros. En la actualidad, solamente el 1,3% de la población del Paraguay es indígena, constituida por 17 etnias o pueblos indígenas, de los cuales 6 pertenecen a la familia lingüística Guarani.


Antolín Alcaraz y Nelson Haedo festejando el
gol convertido contra Italia
en el pasado mundial. Fuente: terra.es
 Hace algún tiempo el Vaticano dio a conocer una información muy interesante revelando que el fútbol nació entre los Guarani. El sacerdote jesuita Peramás, reductor indígena durante la colonia, fue quien registró en uno de sus escritos el haber observado la práctica entre los Guarani de un deporte jugado con un balón y con los pies. El balón era confeccionado por los Guarani de la resina producida por una especie vegetal, un árbol llamado mangaisy, de allí procede la costumbre paraguaya de denominar al balón con el nombre Guarani manga.
El otro nombre Guarani que recibe el balón o la pelota es vakapipopo que literalmente quiere decir “vaka = vaca”, “pi (pire) = piel” y “popo = que salta”; en razón que más modernamente y sobre todo en el interior del país, el balón no es otra cosa que el estómago de la vaca, que es extraído del animal faenado, es inflado y luego utilizado en la práctica del tradicional partído so’o.
Cabe aclarar que en el Paraguay el fútbol cuenta con una modalidad muy popular conocida con el nombre antes mencionado de partído so’o, que se juega en los barrios asuncenos y más comunmente en el interior del país. La palabra so’o tiene varias acepciones pues por un lado quiere decir “carne”; y por otra parte significa “informalidad”; de allí también que los paraguayos acostumbramos usar la frase “se declaró so’o” cuando algo sale del marco legal, se vuelve informal o desordenado. En cuanto a la locución “partido so’o” ella refiere a aquel partido de fútbol que es jugado sin arbitros y obviando algunas de las reglas del deporte rey, como por ejemplo, no contemplar la posición adelantada (off side) o ejecutar el tiro de esquina con la mano.
En el “partído so’o” los arcos carecen de redes; la cancha no está señalizada; las cuatro esquinas -desde donde se disparan los tiros de esquina- no cuentan con los banderines correspondientes; los arcos muchas veces son improvisados con ramas de plantas clavadas en el suelo; o bien, unos cascotes o piedras señalan la meta; y hasta algún par de calzados viene bien para señalar el arco.
Estos “partídos” pueden ser “barrio contra barrio”, pueden ser “a plata” (por dinero) o “rei” (por nada), todo dependerá de la respuesta a la pregunta “mba’e japaráta” (qué apostaremos?). Los partidos pueden durar “15 – 15” (minutos); se pueden jugar con “pelota reglamentaria”; y anteriormente y en el interior, se podían jugar con “pelota de cuero”, con “pelota de trapo” o con “pelota de carey”; y “pynandi” (descalzo). También existe el “torneo relámpago”, que es aquel en el cual se juegan varios partidos pero en una sola jornada y de la cual emerge un equipo ganador o campeón.
Lo más común en el Paraguay son las “canchas” o “canchitas” de fútbol. También queda claro que en el Paraguay no se juega “fútbol” ni “balompié”, nosotros jugamos “partído”.
Después de la invitación “jahápy ñaha’â partído”, y una vez en la cancha, todo se iniciará con un “ñañepyrûpy lo mitâ” (empecemos, amigos); y ya en el fragor del encuentro se escucharán gritos de uno a otro, como “embohasa” o “embohasána” (pásame), “aime nde ykére” (estoy a tu lado), “ñanemba’e” (es nuestra, refiriendo a un tiro lateral, de esquina o alguna falta), “ejeity ipýre” (tírate a sus pies), “ejoko ñandéve” (atájalo), “ejupi” (sube, adelántate), “ejumimive” (sube un poco más, adelántate un poco más), “eguejy” (baja, retrázate), “eguejymive” (baja un poco más, retrázate un poco más), “epo” (salta), “eheja chéve” (déjamelo, refiriendo a la pelota, a la ejecución de algún disparo, tiro lateral o de esquina; o a la marca de algún adversario); “aníke ohasa ndehegui” (que no pase, no le dejes pasar), “ejopy chupe” (apriétale), “yvate” (por arriba), “yvy rupi” (por abajo), “echulea chupe” (elúdelo), “¡cháke!” (¡Cuidado!” y muchas otras más. Finalmente, cuando el encuentro llegue a su fin, se escuchará un “japoi” (terminemos); o bien, un “opa partído” (terminó el partído).
Tras el partido, el ganador trata al perdedor de ta’ýra (hijo); y el equpo perdedor -que nunca pierde porque gana aunque sea “experiencia”- dirá con cierta malicia “aichejáranga, jahejánteko chupekuéra tove tovy’ami avei” (¡pobres!, los dejamos ganar para que se sientan contentos).
Por otra parte, cabe mencionar que un futbolista le puede pegar a la pelota “de pe” (con el empeine) o también “de punta karaja” (con la punta del pie). Otro hecho llamativo es que algunas expresiones inglesas se pronuncian “en paraguayo”, así: “off side” es “orsái” y “all goal” es “argol”. El árbitro es el “refere”, y si actúa mal, se lo trata de “refere bombero”. Por otro lado, el jugador destacado es un “jugador vale” y el inútil es un “arruinado” o un “pysâ tronco”; el jugador valeroso es “py’aguasu”, el caradura es “rova’atâ” y el miedoso es “py’amirî”.


Cuando un jugador supera la altura convencional
se lo distingue con el apodo de Takuara, tal es el
caso de Oscar Takuara Cardozo. Fuente:mediotiempo.com

 Durante todo el partído de fútbol se escucharán los sobrenombres o “marcantes” de los jugadores: “ka’i” (mono), “anguja” (ratón), “mbarakaja” (gato), “kavaju” (caballo), “kururu” (sapo), o “tahýi” (hormiga). El último jugador paraguayo que disparó -en la serie de penales- contra el equipo japonés en el mundial de Sudáfrica y que permitió al equipo paraguayo pasar a los cuarto de final; fue Oscar Cardozo, más conocido como “Takuára” Cardozo, aludiendo a su alta estatura y a su contextura física delgada parecida a dicho vegetal. Con el gol de “Takuára”, dicha palabra Guarani recorrió el mundo entero y estuvo en la boca de cuantos periodistas deportivos se acordaron de él.
En la práctica del fútbol profesional, en los estadios, también marcan presencia dos tradicionales componentes de la cultura popular paraguaya: el “terere” (bebida refrescante: agua con plantas medicinales y abundante hielo, sorbida a través de una bombilla sumergida en una guampa cargada de yerba mate) y la “chipa” (especie de panecillos hechos de almidón, cocidos al horno). Por otro lado, muchos aficionados entran a los estadios “ka’ípe” (sin pagar la entrada). También existen clubes que se identifican en Guarani como el “Kure Luque” que es el sobrenombre del Club Sportivo Luqueño. La palabra “kure” quiere decir “cerdo” y es ese animal el utilizado para simbolizar al club.
Como se puede apreciar, el Guarani está muy ligado a la práctica del fútbol en el Paraguay. Es más, José Luis Chilavert, el más emblemático jugador paraguayo de los últimos tiempos, es Profesor de Lengua Guarani. Por útlimo, un hecho digno de mencionar es que la gran mayoría de los futbolistas paraguayos procede del interior del país y de familias Guarani-hablantes. Uno de ellos, Salvador Cabañas -quien sufriera un grave atentado contra su vida, en México- permaneció varios días inconciente pero al recuperar la conciencia, habló y sus primeras palabras fueron en Guarani.
Por todo lo expuesto se puede colegir que los paraguayos jugamos partído (fútbol) a nuestra manera, y por eso podemos decir que en el Paraguay, el fútbol se juega en idioma Guarani…

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