Por Sofia Masi
Fuente: http://rompiendoesquemaspy.blogspot.com/2012/05/llamados-construir-en-el-disenso.html
Me veo en la obligación de contribuir de alguna manera, al proceso
político que vive en estos momentos, el estamento estudiantil de la Facultad de
Filosofía de la UNE.
Antes que nada, quiero aclarar que mi postura es independiente a la
amistad y el aprecio que tengo hacia cada uno de los compañeros y compañeras,
que actualmente están en puja por cargos electivos del sector estudiantil.
Primero que nada, celebro la discusión y el ambiente previo a estas
elecciones para la renovación del Centro de Estudiantes. Es la época ideal para
reflexionar qué hemos hecho bien o mal desde que se establecieron los
organismos de representación estudiantil, llámese Representación ante el
Consejo Directivo, Centro de Estudiantes o Consejo de Delegados.
Para mejor comprensión de lo que intento transmitir, explayaré mi
postura por puntos:
1.
Participación de egresados, un fenómeno interesante
Este
hecho debe ser valorado como positivo, ya que se debería apuntar a un mayor compromiso
de los egresados con la Facultad y su proceso de crecimiento. Debemos erradicar
el pensamiento de que al acabar la carrera, termina también el vínculo con la Universidad.
Los egresados tienen mucho que aportar, principalmente por la experiencia
acumulada.
En
algunas universidades del extranjero, las Asociaciones de Ex Alumnos son
entidades que ayudan mucho en la manutención y mejoramiento de la institución.
2.
Puja política y ventilación de trapos sucios
Lastimosamente
poco se ha debatido hasta ahora sobre propuestas o proyectos en este periodo
previo a las elecciones del Centro de Estudiantes. Más bien, escuché y leí
acusaciones y calificativos de ambos bandos. ¿No deberíamos intentar elevar el
nivel de discusión política?
Pese
a que poco contribuye el tiroteo en tiempos pre-electorales, lo rescatable es
que las mutuas acusaciones permiten al estudiante “común” enterarse de los
trapos sucios de la gestión saliente.
3.
Ética y transparencia
Existen
muchas dudas en cuanto a la gestión del Centro de Estudiantes, no sólo del
último periodo, sino también de los anteriores. Nunca se rindió cuentas, a
través de un balance o un informe de gestión, mínimamente ante el Consejo de
Delegados. Lo correcto es que cada vez que fenece un mandato, se rinda cuentas
ante los estudiantes.
Está
también la cuestión de los cargos. No se puede ocupar dos cargos a la vez, o se
es delegado de curso o se es miembro de la directiva del Centro de Estudiantes.
No se puede ser juez y parte. Tampoco se puede ser representante ante el
Consejo Directivo y presidente del Centro a la vez. Y por supuesto,
también va contra la ética ser representante estudiantil y ser funcionario de
la Facultad (independientemente a la dieta establecida). Todos los casos
mencionados anteriormente ya ocurrieron y siguen sucediendo en la FAFI. ¿Por
qué no se respetan los roles? ¿Por qué no se exige el cumplimiento de las reglas?
4.
Fortalecimiento de los organismos estudiantiles
Lastimosamente
la violación a las reglas se convirtió en una cuestión cultural en la FAFI. Si
otro lo hizo, ¿por qué yo no? Al diablo con los reglamentos. Pocos conocen la
Ley 250, el Reglamento Interno de la Facultad, el estatuto del Centro de
Estudiantes (con paradero desconocido y nunca actualizado) y el reglamento del
Consejo de Delegados. Empecemos por conocer las reglas, los deberes y
obligaciones para poder ejercer como corresponde la ciudadanía universitaria.
Hay
asignaturas pendientes. Pocos tienen interés en las cuestiones de la facultad.
Muchos se conforman con calentar las sillas, asistir a clases y recibir un
cartón luego de unos años. Falta mayor participación, la lucha se inició hace
tiempo y hubo avances. El Centro de Estudiantes se reactivó en el 2007, año en
que también se creó el Consejo de Delegados y así se estableció un sistema
democrático de organización estudiantil. Aún así, todavía falta que los estudiantes
conozcan cuál es la función de cada uno y cómo ser parte de ellos, fortalecer
estas instancias y que trabajen de forma efectiva y coordinada.
5.
El rol del Ñacurutu News
El
Ñacu tuvo su origen en el 2008 y su auge con la crisis del ex decano Figueredo.
A partir de ahí, este blog se convirtió en un espacio de libre expresión de los
estudiantes de la Facultad de Filosofía y también de la UNE en general. Nunca
hubo quien modere el debate, es una anarquía de comunicación. Es un espacio
abierto, de todos, no sólo de una persona, más allá de que su creador, el
compañero Silvio Benítez, sea quien más postee. No es bueno estigmatizar al
Ñacu, porque este blog es simplemente el reflejo de la realidad fafiana, es el
espejo donde se mira el estudiantado. El nivel del debate, de los artículos,
los temas abordados, es simplemente el reflejo de nuestra realidad, “Duela a
quien le duela”, como dijo alguna vez un ex presidente de centro de estudiantes.
El
Ñacu guarda en sus páginas virtuales retazos de la historia de la FAFI, relatos
de sus protagonistas, instaló frases célebres en los pasillos y trascendió las
murallas de la facultad.
Hay
mucho por mejorar, pero el Ñacu crecerá en la medida en que crezcan los
estudiantes.
6.
Sigamos construyendo
Finalmente,
el desafío es construir a partir de las diferencias. La diversidad enriquece,
no pretendamos que todos piensen igual porque ahí estaremos perdidos. Es
importante que cada uno de los estudiantes de la FAFI, ocupe o no un cargo
electivo, sea consciente de su rol y su responsabilidad. Cumplamos con lo
acordado y no habrá cuentas pendientes, ni trapitos sucios que sacar al sol.
Después
de todo: “Si los hermanos se pelean, los devoran los de afuera”.
1 comentario:
oEstamos totalmente de acuerdo mi estimada Sofi, pero no te olvides que la fauna estudiantil de la FAFI, no puede no puede abstraerse de lo que es la sociedad paraguaya en general. Solo que en una escala menor. Vos misma nombraste la mayoría de los defectos tan comunes, como son el bajo nivel de discusión, no saber convivir con el disenso, insultar al otro cuando no se tienen más argumentos para esgrimir, el desinterés y descreimiento de los estudiantes hacia los dirigentes estudiantiles, muchos discursos y poca acción, el lamentable olvido de los egresados hacia su facultad, usar simplemente al Centro de Estudiantes como plataforma política hacia la salida del anonimato. Entre estas otras hermosas virtudes. Si nuestra sociedad se ha vuelto mediocre no esperemos mucho más de nuestros compañeros universitarios, a menos que todos tomen conciencia que en conjunto son la verdadera herramienta de transformación y de cambio que nuestra sociedad precisa. Mi generación erró muchísimo pero lo hizo de buena fe, creyendo firmemente que podríamos hacer un mundo mejor. Nos quedamos en el intento, ahora son ustedes los que tienen la misma oportunidad que tuvimos hace 30 años atrás. No la desaprovechen, no cometan los mismos errores que nosotros cometimos. Prueben que no siempre la Historia siempre tiende a repetirse. Nosotros fallamos ahora la pelota está en su campo, vamos a ver qué es lo que hacen con ella.
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