Por Salvatore Brienza
La atomización en pequeños grupos ideológicos es la
causa primordial de la falta de cohesión en el movimiento socialista.
Sus discursos son meras repeticiones de frases de los
grandes escritores y actores socialistas y comunistas como Marx, Lenin, Rosa
Luxemburgo o Fidel Castro.
Esta izquierda no tiene chances en un país donde la
población es extremadamente pobre, donde el discurso no alimenta, donde la
lectura no protege de la intemperie y donde las frases grandilocuentes y
filosóficas de los padres del pensamiento social no pueden ser interpretadas
por no tener el poder suficiente para desentrañar dos líneas del pensamiento.
Esa realidad es la que debe sostener el movimiento
social de izquierda en el proceso de estructuración en programas electorales
sustentables.
El gobierno de Fernando Lugo, apunto a ese objetivo,
pero su característica clerical traiciono el pensamiento político social.
Cuando sus objetivos, eran claramente sociales, los
propios movimientos de izquierda le hicieron la vida imposible repitiendo el
modelo prebendario de los partidos tradicionales.
Nadie pudo interpretar mejor este parecer que Milda
Rivarola, que al verse nombrada Canciller renuncia a su postulación, cuando ve
las fuerzas (Izquierdistas y liberales) que operaban directamente por detrás
del gobierno de Fernando Lugo.
“Lobos, búsquense otro cordero” había dicho, palabras
más, palabras menos.
Quisiera que algún día, los movimientos de izquierda sean
capaces de construir el consenso para apuntar a los espacios de poder dentro de
la Democracia.
No creo que podamos construir un modelo diferente de
lo que tenemos.
El EPP, que dice llamarse Marxista Leninista, solo
aleja a los pensadores progresistas que quieren una participación mas activa de
los actores socialistas pero sin tener que recurrir a las armas.
La revolución rusa, cumplirá 100 años, la revolución
Cubana cumplió 50 años…, pero han fracasado en el modelo que diseñaron los
precursores del Socialismo, porque no supieron llevar adelante las doctrinas sociales.
La igualdad que se pregona no se ve reflejada entre
dirigentes y dirigidos.
Existe una “nomenclatura” en el sentido bien Soviético
del término donde las diferencias son elocuentes.
No creo que la izquierda pierda oportunidades, pero si
va perdiendo el compromiso.
La sociedad ha avanzado tanto en términos de
globalización que pensar en una sociedad cerrada donde haya un Estado con el
control de todo es imposible.
La libertad se enseñorea en los debates y la coacción
del pensamiento es el imposible del mismo.
Pienso, que habrá oportunidades electorales, pero
desde la comunión de ideas y no desde la atomización del pensamiento social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario