Por Salvatore Brienza
Llamadas vienen y van. Mensajes vienen y van. Todos te
piden “no digas mi nombre, yo estoy con
ustedes.”
Sin embargo, todos juegan su papel de “conspiradores” porque ven que la Decana
está por renunciar o por lo menos, ya dio a entender que ese será el camino a
tomar. Que gran gesto si lo hace sin pedir nada a cambio. Pero no es así. Hay
algo a cambio.
En este va y viene de mensajes, aparecieron los oportunistas
de siempre. Los que desean “cambiar para
no cambiar”. Es el eterno retorno a la “ineficiencia
y decrepitud del modelo educativo”. Todas las “pescadoras de rio revuelto” son de la misma promoción que la
Decana y “creen tener derechos adquiridos”
sólo por ese hecho.
Son personas que quieren que valga su escalafón de
profesores titulares, sus doctorados y maestrías, para ser ellas las electas
como Decanas. Se llaman entre sí, hablan de apoyarse, pero en realidad “se tapujan” la posibilidad de engancharse
al puesto que aún no está vacante. Es el juego del poder. Donde la información
puede ser contra información. Y todo lo que diga, puede ser usado en su contra
o contra los que compiten en la misma dirección.
La única realidad es que la Decana se niega a
renunciar si no lo hace primero la Vice Decana. Porque no quiere la venganza de
la Vice, a quien la propia Decana colocó en el “banquillo” al decir “yo no
tengo parientes, es la Vice Decana la que tiene, su marido, su cuñado y su hija”.
Eso, teóricamente, entre amigos no se hace, pero entre
cristianas fervorosas todo puede valer. Total Pedro le negó tres veces al
maestro.
Por otro lado, ante el cadalso que está montando la
Contraloría General de la Republica y la Fiscalía con las denuncias arrimadas
por los Estudiantes y muchos “Docentes
Indignados”, la Decana no quiere estar sola mirando a los demás “colaboradores, cómplices y encubridores” mientras
es condenada por “malversación de fondos
públicos, nepotismo, asignación indiscriminada de rubros, nombramiento a
docentes sin formación ni capacidad y muchos otros delitos cometidos, contra el
reglamento de la UNE y la Ley de la Función Pública y muchas violaciones a
leyes de la nación.”
Por otro lado, aparecen los “docentes mediocres y stronistas” que antes que ir a plantear una
solución, o debatir propuestas buscan criminalizar la lucha estudiantil,
tratando de “terroristas, EPP,
izquierdistas, bolches, comunistas, ateos” a través de medios de
comunicación escritos (TNPress y Primera Plana) que todos sabemos, venden sus
tapas y titulares al mejor postor.
La “prepotencia,
la arrogancia, la pusilanimidad y la miserabilidad” con la que se manejan
algunos docentes que “venden su
conciencia y su dignidad, por unas monedas” es lo que deja mal parada a la
Educación Superior.
Nunca podremos superar esta crisis, mientras intereses
“muy particulares, egoístas y mezquinos”
se interpongan a la necesidad de un cambio profundo en el modelo educativo
nacional.
Ahora bien, en otro intento de amedrentamiento, buscan
“dar clases” en los pabellones que no
han sido lacrados por la Fiscalía y de esa manera dividir la lucha estudiantil.
Eso no está bien. La mayor parte de los estudiantes desean cambios verdaderos. Y
aquellos que insisten en volver a clases, son aquellos que cómodamente ven pasar
el mundo y desean un “cartón” que de nada les servirá si no hay buenos docentes
para guiarlos en el camino del conocimiento.
Esperemos zanjar todos estos problemas, con la mayor
responsabilidad posible. Las aguas siguen divididas. Mañana se reúne el Consejo
Directivo en una sesión extraordinaria y abierta, donde tratarán temas relacionados a esta
Crisis. Esperemos que la cordura y la sensatez, así como la humildad de dar un
paso al costado sea la luz al final de este túnel. Debemos ir pensando para
adelante todos aquellos que creemos en una mejor educación superior. Esperemos
ganar esta batalla contra los “cobardes”
que pretenden sacar tajadas de la lucha de los estudiantes y no dan la cara para defender sus posturas. Espero que mañana
sea un día para recordar y festejar.
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