Por Salvatore Brienza
La
dignidad es la “cualidad del que se hace valer como persona, se comporta con responsabilidad,
seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo
humillen ni degraden” y la ética “Disciplina filosófica que estudia el bien y
el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano”.
En ambos casos, las definiciones son contundentes, tienen que ver con el
valor humano que cada uno se tiene “hacia sí mismo y los demás” con relación a
la “moral y el comportamiento humano.”
Desde el inicio del Paro Estudiantil en la UNE, y en especial en la
Facultad de Filosofía, se ha visto la lucha constante entre estos dos valores
sociales que deberían adornar a cualquier ser humano y en especial a los
estudiantes, docentes y directivos de las distintas unidades académicas.
Como no quisiera opinar sobre las otras, me centraré en la Facultad de
Filosofía. Aquí hay una realidad que desde todo punto de vista es “aberrante y cruel”, teniendo en cuenta
la precariedad con que se dan clases en una facultad llena de estudiantes
humildes, esforzados y en su mayoría trabajadores, quienes ven en esta casa de
estudios un espacio para realizarse como persona y como profesionales.
Sin embargo, a ninguna de las autoridades actuales le ha interesado dar
un corte definitivo al despilfarro de dinero en beneficio de unos pocos, en
detrimento de muchos. Incluido los estudiantes.
El reparto de cargos administrativos y rubros académicos “revestidos de legalidad” pero quizás no
de “legitimidad”, porque la
postulación y selección han sido manipuladas para beneficiar a algún pariente
de funcionarios “amigos”, ha sido la
constante desde que el Decanato ha visto con buenos ojos “que nadie le discuta sus ideas”.
Por otro lado, la distribución de seis rubros de Docentes Investigadores
entre varios “miembros del circulo áulico”
de la Decana ha sido, según versiones de los propios docentes, “el premio” por votar en determinado
sentido en la última asamblea universitaria, la gota que colmó el vaso de la
corrupción en la Facultad.
Y hace no mucho tiempo le recordaba en un escrito, en este espacio, que:
“…una de aquellas
noches bajo el TATAJYVA, y me pidieron que diga algunas palabras. En esa
oportunidad dije: “Hoy estamos a
su lado, y no dude, que si no va bien su administración, podríamos estar frente
a frente” y hemos sido consecuentes con esta idea siempre.”
“Las cosas buenas,
las elogiamos; las malas, las decimos y las cuestionamos. Esta no es la
primera, ni será la última vez que me manifieste políticamente sobre algún
aspecto de la facultad, aunque me digan que mis escritos pueden traerme
consecuencias, porque no las temo.”[i]
Y estamos en esa situación en estos momentos. Esto que ocurre hoy en “nuestra facultad” ha sido denunciado
con mucha anticipación hace más de un año atrás, cuando en este mismo espacio le
proponía a la Decana, rectificar su actuar. En aquella oportunidad manifesté
que:
“Filosofía, debería ser el ámbito de discusiones filosóficas y
políticas. Debería ser el FARO DEL CONOCIMIENTO y de las Investigaciones dentro
de la UNE, por ser una facultad, eminentemente, basada en el pensamiento
humanístico, político y social.”
“Sin embargo, en los últimos tiempos, hemos sido – y lo digo como
miembro estudiantil y docente de la Facultad - víctimas de “los mismos
males” que criticamos al anterior decano. Un nepotismo galopante,
distribución de cátedras sin mérito o conocimientos básicos acordes a la
materia asignada, despido injustificado –o justificado en chismes de pasillos-
de humildes funcionarios trabajadores e incluso, amenazas a “los
mensajeros” con “quitar cátedras o - como me dijeron- habría
una serie de soluciones que creo no te convendría nada”[ii]
A los estudiantes y docentes que aún siguen esperando que todo esto
termine les recuerdo esto:
“…no existe cambio, si no existe voluntad. El
cambio que uno quiere no siempre es el cambio que otros pretenden…, por tanto,
la voluntad es el generador del cambio.”
“Estos cambios se
producen, primero de manera interna. El choque de ideas, los conflictos, las
dudas, son circunstancias y situaciones en las cuales se da el proceso
evolutivo reflexivo de las personas. El querer, el obrar, el pensar, el hablar,
el sentir y también el callar. [iii]
Hoy, mi mensaje va directamente para la Decana Blanca Tottil de Moreno,
para que por “dignidad” RENUNCIE al cargo de Decana de la Facultad de Filosofía
de la UNE.
Y que por estar en esa dupla apoyada 8 años atrás, también la Vice
Decana Antonia Rolón de Villagra de un paso al costado, con la finalidad de
elegir NUEVAS AUTORIDADES para nuestra casa de estudio. También deberían de
renunciar por decoro la Lic. Paola Sanchez, Lic. Pablo Colmán y Lic. Manuel
Ortega, quienes son los “fieles de fechos”
del actuar inepto del decanato.
Recuerden que dar un paso al costado, muchas veces es más digno que “intentar ocultar las irregularidades que se
han cometido”. No sin antes recordarles que para las cuestiones relativas a
la administración estarán la Contraloría General de la Republica y la Fiscalía.
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