Por Salvatore Brienza
“Cara sucias”
“Pendejos”
“Chiquilines”
“Manipulados”
“Izquierdistas”
Todos son epítetos para indicar, que
los estudiantes secundarios y los jóvenes en general, no tienen la capacidad de
participar, dirigir y actuar en política.
Foto de Ultima Hora Digital |
Desde una ventana del Colegio República
Argentina, que fue tomada por los estudiantes, los dirigentes estudiantiles de
la Organización Nacional Estudiantil (ONE), comunicaron que ya no saldrían del
lugar y que para iniciar cualquier diálogo, la Renuncia de la Ministra Martha
Lafuente era el primer paso. A estos se sumaron más estudiantes, colegios,
docentes, padres, amigos, vecinos de Asuncion y muchas ciudades del interior.
Hoy, se da este primer paso, gracias
a la presión estudiantil, mediática y social.
Ahora viene la gran pregunta:
- ¿Quién va tomar el mango caliente de la sartén?
- ¿Quién será capaz de asumir la tremenda responsabilidad de llevar adelante los grandes cambios en la educación?
- ¿Quién puede conocer tanto, para hacer todo lo que se necesite en MEC para evitar el prebendarismo y la corrupción?
Estos jóvenes ya “no son un ladrillo
más en la pared”.
Foto de Ultima Hora Digital |
Estos jóvenes no conocen la dictadura
de Stroessner, porque no fue su problema. Era el problema de sus padres o
abuelos. Y si ellos no fueron capaces de solucionar, es problema de ellos y de
sus conciencias.
La reacción del estado, con Fiscales
y Policias que “rompen puertas y piensan en imputar a los manifestantes” es la
clara demostración que “los padres y abuelos siguen pensando como dictadores”.
Estos jóvenes son el “Nuevo Estado”
que está emergiendo a golpes. Es el que no callará las injusticias. El que
elegirá nuevos gobernantes, cuando “sus padres y abuelos” se conviertan en
pasado.
Para ellos, la dictadura es un fragmento
de la historia. Historia a la cual pueden concurrir con un teléfono e internet.
Aprenden de los errores del pasado y saben lo que deben hacer. El conocimiento
está en sus dedos.
Actúan en su presente, no lamentando
el pasado. El futuro es incierto, pero hacen algo para que no sea tan oscuro y
sorpresivo.
Esa ventana es el símbolo del nuevo
milenio. Es la ventana que deja mirar más allá de la pared. Tiene rejas, pero
no es el obstáculo para reclamar, la reja no es la ventana. La reja es el fino
elemento que les impide cruzar al futuro. No lo rompen, pero tampoco les impide
reclamar.
Cuando las ventanas no tengan rejas, es cuando sabrán que ellos son el pasado.
Que alegría ver a tantos jóvenes que van perdiendo el miedo a las autoridades.
Cuando las ventanas no tengan rejas, es cuando sabrán que ellos son el pasado.
Que alegría ver a tantos jóvenes que van perdiendo el miedo a las autoridades.
Que alegría ver que “la ventana
rompió la fuente”.
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