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lunes, 8 de mayo de 2017

SANTIAGO PEÑA, Y SU ESTIRPE AZULGRANA

Por Salvatore Brienza

El 29 de octubre del 2016, todos felices y contentos de la afiliación con “bombos y platillos” de Santiago Peña. Aplaudido por los  "Principales Dirigentes Partidarios del Cartismo", antes de la Convención Colorada, asistían a la ceremonia de “imposición de pañoleta colo’o” frente al cuadro de Bernardino Caballero, con llamativo uniforme azul.
En aquel momento, Santiago Peña, en un arranque de “fervor partidario” manifestó que vuelve a las raíces de Jaime Peña, ilustre colorado y desdeña a sus otros parientes,  los ilustres liberales Manuel Peña Villamil y Manuel Peña Condal, renegando luego de 20 años, de su afiliación azul.
En el mismo salón, todos todos sonrientes con el Presidente Horacio Cartes, estaban Juan Afara, Lilian Samaniego, Pedro Alliana, Javier Zacarías Irún y otros dirigentes partidarios quienes no sospechaban lo que vendría a ocurrir más adelante.
En estos días, el Presidente Horacio Cartes, repitiendo el mismo error que Nicanor Duarte Frutos, ha elegido un “Delfín colorado” a un “mitaí” de las filas partidarias, cuya “tinta de afiliación aún no se seco” (Según  Braulio Duarte, Dirigente Zacariísta).
Desconocer la trayectoria política de los Dirigentes Partidarios de la Asociación Nacional Republicana (ANR) produjo enojo y  está dando vía libre a un descalabro en las filas republicanas, donde el más fortalecido termina siendo el movimiento “Colorado Añetete”, cuyo líder es Mario Abdo Benítez, e incluso el Progresismo Colorado de Nicanor Duarte Frutos.
Hasta el día de hoy, varios contusos y heridos ha dejado la elección de “Peñita”, entre ellos el propio Vice-Presidente Juan Afara, quien como “buen soldado” se había mantenido con perfil bajo y sin hacer sombra a su jefe. Ahora que HC se fijó en otro, y no en Afara como candidato a “Presidente para el 2018”, las cosas han cambiado.
Y este pasado glorioso de Peña, tanto como liberal y “neo-colorado/Cartista” empezará siendo su estigma durante toda la interna partidaria.
Las aguas coloradas están más turbias y agitadas que nunca. Pero, hay mucha tela que cortar aún, y puede que “Peña termine despeñado”.[1]
Para terminar, les dejo lo publicado en el semanario digital “El Colorado” cuyo editorial dice recordamos a todos por igual ser atentos en la selección de candidaturas. Para recuperar el poder debemos captar las simpatías de colorados y no colorados, muy particularmente a los nuestros, que de un tiempo a esta parte se han vuelto críticos y exigentes lo cual nos indica que la disciplina partidaria tiene sus límites. Por eso, no abusemos de la misma.[2]
Y en un artículo sobre el nombramiento de Santiago Peña como Ministro de Hacienda y parte de la “Selección Nacional del Presidente Horacio Cartes” decía:En las empresas privadas los chiquilines son estupendos porque son incansables, administran mercaderías o servicios y una computadora les fija las metas. Pero nunca llegan a administrar voluntades políticas por carecer de formación que solo lo otorga la experiencia. Santiago solo sabrá decir, “a su orden señor presidente”[3] y en otro apartado remata Cuidado con los Currículos. No todo lo que reluce es oro.”

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