Por Salvatore Brienza
El Informe
de Gestión en lo que va del 2017, y lo hecho en el segundo semestre del 2016,
fue una paupérrima presentación de logros a medias, elogiando grandes obras
encaradas por el gobierno, ubicación de bonos del tesoro sin autorización del
Congreso Nacional y muchos otros actos de dudosa índole que lo posicionan como
uno de los presidentes con “más sombras, que luces”.
No habló de
la pobreza en aumento, la deforestación que no termina, los asesinatos de
periodistas en su gobierno, de los secuestrados por el EPP, de las escuelas que
se caen a pedazos, de los damnificados, desplazados y desalojados que existen
en el país.
No habló de
la lucha, que se está perdiendo, contra el Narcotráfico y las Mafias de
frontera que se enseñorean, y corrompen a “diestra y siniestra” a los miembros
de la policía, fiscales y jueces de todo el país.
No habló de
las firmas falsas o “el firmatón de los muertos vivientes”, de la
violación de la Constitución Nacional de sus correligionarios en varias
ocasiones, del disparo a quema ropa contra el Diputado Edgar Acosta o el
Presidente del Senado Roberto Acevedo, del atropello a la sede del Partido
Liberal Radical Auténtico y la muerte del dirigente liberal Rodrigo Quintana.
No hizo “Mea
culpa” por intentar torcer la voluntad popular, buscando la reelección por
medio de una enmienda constitucional, que dice, “en ningún caso” para el
Presidente y el Vicepresidente en ejercicio.
No habló de
las sospechas que cayeron sobre las licitaciones de obras del MOPC, ni sus
vínculos con el lavado de dinero que se hacen a través de estas empresas,
investigadas en España, a través del Clan Pujol.
Todos los que
trabajamos, y nos ha tocado desempeñar, aunque sea, mínimamente, un cargo de
Jefe, Supervisor o Gerente, sabemos que no podemos engañar con los datos a los
directivos de la compañía. Que eso es una falta grave.
¿Dónde están los “Harvard Boys o Chicago Girls”, los “Milton Friedmanianos de primera hora”? Nadie se dignó en prepararle el“Powerpoint” para mostrarles los verdaderos números de “medición de la pobreza, justicia y equidad social”, “los Key Performance Indicator o KPI (Trad. Indicador clave de rendimiento)”.
¿Dónde están los “Harvard Boys o Chicago Girls”, los “Milton Friedmanianos de primera hora”? Nadie se dignó en prepararle el“Powerpoint” para mostrarles los verdaderos números de “medición de la pobreza, justicia y equidad social”, “los Key Performance Indicator o KPI (Trad. Indicador clave de rendimiento)”.
En cualquier
informe de gestión se necesitan estudios comparativos de los últimos
dos o tres años y, específicamente, las dificultades que fueron superadas o por
superar, con las estrategias a ser implementadas, para llegar a los números
finales del año en curso.
Las
propuestas para mejorar los números y el apoyo que necesitará de los demás
poderes del estado. Sin embargo, como está en campaña política y debe dejar
bien parado a “su delfín, Santiago Peña”, sólo se puso a hacer “propaganda”.
El Presidente de la República, más que nadie en su equipo, sabe que mentir a una Junta de Directores, propietarios de la empresa -en este caso al país- es engañar con datos falsos y sólo elogiar su gestión como “campaña electoral” para su movimiento, no es una buena estrategia y tiene consecuencias.
Si Horacio Cartes fuera el Gerente General en la empresa donde, en estos momentos, es propietario, ya estaría firmando su liquidación en la oficina de Recursos Humanos.
El Presidente de la República, más que nadie en su equipo, sabe que mentir a una Junta de Directores, propietarios de la empresa -en este caso al país- es engañar con datos falsos y sólo elogiar su gestión como “campaña electoral” para su movimiento, no es una buena estrategia y tiene consecuencias.
Si Horacio Cartes fuera el Gerente General en la empresa donde, en estos momentos, es propietario, ya estaría firmando su liquidación en la oficina de Recursos Humanos.
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