En mi crítica a la pelicula 7 cajas recuerdo haber escrito que verla
fue como mirarse al espejo. La misma sensación sigue con esta segunda obra
de Maneglia
Schémbori Realizadores. Donde encuentran disponibles muchos más recursos
técnicos, y los utilizan como niños con un juguete nuevo, a no ser que
interfiera en lo más importante, ¡La Historia!
Manu, el joven protagonista, lleva una vida sencilla, se
gana la vida como canillita, su mamá tiene una tienda de "poha" en la
Chacarita de Asunción, donde también viven con los abuelos de Manu y su
hermanito menor. Su mayor temor es la creciente del Río Paraguay, que
periódicamente invade el barrio amenazando todo lo que poseen los habitantes.
Este ambiente de "Realismo Paraguayo" es roto
cuando cae en manos de Manu un mapa que puede llevar a un tesoro que puede
salvar a su familia, de a poco a cada personaje que entra en el grupo de
¡Buscadores! Fito, Ilu, Lili y Don Elio, cada uno de ellos son sacados de sus
rutinas y tirados a una aventura fantásticamente hollywoodiana.
En este clima fantástico que nos adentramos en la caza al
tesoro, es el idioma guaraní que mantiene presente el espejo en que nos vemos
reflejados, cada situación conocida podría perderse en una aparente falsedad de
nuestra manera de comunicarnos, pero a cada remate de diálogo el público en la
sala de cine estallaba en carcajadas, este tal vez sea el logro más difícil
logrado por el film.
En lugar de buscar festivales y premios internacionales los
realizadores son auténticos y se reflejan a ellos mismos en pantallas,
entregando un producto entretenido desde el inicio hasta el final, con
personajes absurdamente bien desarrollados, logrando un "soundtrack"
espectacular que eleva todos los momentos de la película. Al final, salimos con
una sonrisa y con esperanzas, por lo menos fue en mi caso, esa esperanza no es
por el cine nacional, es algo mayor.
Uno de mis críticos favoritos hasta ahora, recuerdo alguna
vez dijo que para probar el talento de un director, tiene que hacer una
película de atraco. El clímax de la película debe durar por lo menos unos 20
minutos, entregándonos escenas nunca pensadas para un cine paraguayo, mezcla de
tensión y risas nos inundan que casi no percibimos algunas incoherencias en el
tiempo que suceden algunas cosas, porque así es el cine, algunas cosas se
sacrifican en nombre de un todo total, Si esto era un examen de talento para la
dupla, pasaron con sobra, dejándonos ansiosos por una nueva obra que ojalá
demore menos en salir.
NOTA: 9
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