Escucha Ñn Radio On Line

lunes, 19 de febrero de 2018

Y LA FIESTA CONTINÚA...,

Por Titus Benítez
Hace más tres meses que un medio de prensa publicó varios audios donde se comprobaba lo que siempre supimos. La justicia está podrida porque se maneja al antojo de un grupo de políticos que usan sus fueros a beneficio propio.
¿Cuáles son los resultados hoy? Un senador “echado” del parlamento, otro senador que renunció, un secretario con libertad condicional y un diputado a quien se le retiró los fueros.  Nada más.
¿Esto es  mucho? Para quienes nunca tuvimos justicia, sí. Nunca un senador fue rajado de esta forma. Una humillación pública y más aún para quien se creía amo y señor del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.  Nunca se vio tan embretado un senador, quien tuvo que pedir clemencia para que se acepte su renuncia. Y se fueron, el problema es que pueden volver.
Por el momento, solo un ex secretario, que al parecer tenía más poder que toda la Corte Suprema de Justicia, esta guardando prisión domiciliaria. Da la impresión que sólo él pagará el plato roto.
Volviendo a la pregunta de si esto representa mucho. No. En definitiva no. Es evidente que sólo se busca calmar las aguas hasta que surja otro escándalo o los medios se concentren en otros temas y así puedan respirar.
¿Esto ocasionará cambios reales y profundos? No. Nunca. Tanto González Daher, como Oviedo Matto o Fernández Lippman son meros “fusibles” de una estructura corrupta gigantesca que se ha instalado en el país.  Ni con la salida de dos políticos del senado, ni la condena a un secretario  harán que cambie toda la justicia en este país.  A leguas se nota que la fiscalía no hará nada. Al contrario, es probable que muchos sean los protegidos, como siempre hemos sospechado. 
Señores, la fiesta continúa y continuará. Disculpen que sea tan pesimista, pero no existe viso alguno que esto cambie como esperamos.  No hace falta que discutamos que los partidos políticos pondrán en riesgo las elecciones del 22 de abril sin importar las consecuencias. Simple. No quieren cambios. Quieren ganar y nada más.
Y la fiesta continuará porque es probable que los políticos a quienes descubrimos traficando influencias sean nuevamente “honorables senadores de la Nación”. Sí señor. Así como usted leyó.  Tendrán un salario de primer mundo, una camioneta del año, combustible para recorrer cinco veces el país al mes,  guarda espaldas a discreción, seguro privado de primer nivel, fueros como corresponde porque es un  honorable congresista, sacrificado y servicia. Trabajará una o dos veces por semana. Tendrá tres meses de vacaciones. Y lo más probable, continuará traficando influencias.
Ah… y casi olvidaba. Todo a costa de nuestros impuestos, amable lector. Sí, a nosotros  que casi no nos alcanza el sueldo. Que no nos perdonan ni un centavo cuando cobran impuestos. Que tenemos que formar interminables filas cuando estamos enfermos.
Y la fiesta continúa porque tenemos aún en el país a ciudadanos que votan, pero no eligen. O directamente ni participan en una contienda electoral.
La fiesta en definitiva continuará señores. Si no hacemos nada el 22 de abril o no expresamos como ciudadanía nuestros descontentos.  Así que dudo mucho que estén muy preocupados los que usan el estado como su cosa privada. Pensemos. Analicemos. Discutamos. Actuemos. Caso contrario, será una mera anécdota más, de las tantas que ya tenemos.

No hay comentarios: