El gran
perdedor es el PLRA. Quien enfrenta una gran batalla, que no tiene salida
inmediata. Internamente, está dividido. El sector llanista “celebra en silencio”
la victoria de Mario Abdo, porque, de alguna manera, seguirán “aliados” con “Honor
Colorado y Horacio Cartes” en el Senado y en Diputados. El partido no sabe identificar, o no los dejan emerger, a los nuevos actores
políticos, porque hace mucho tiempo dejaron de ser “económica y políticamente LIBERALES”.
O sea, no saben ser NI LIBERALES, NI RADICALES, y menos AUTENTICOS. Son apéndices
históricos de las circunstancias políticas coyunturales. Viven reaccionando y
no accionando.
Atrás, en la
historia y en los libros, están los “grandes políticos y pensadores liberales”
durmiendo el sueño de los justos, porque han sido olvidados en los discursos
electorales. Se menciona tan sólo a algunos, como Eligio o Eusebio Ayala. Se
los trata como “figuras de yeso” y no como artífices del verdadero sentimiento de
lucha dentro del liberalismo paraguayo.
Los sectores
“socialistas, marxistas, comunistas y afines” viven atomizados. Miran el
escenario político, hablando de las crisis sociales, sectores marginados,
campesinos desplazados y todo tipo de tragedias, que no sólo son reales, sino
apremiantes. Y sus luchas son aisladas, sin impacto inmediato y no generan
entusiasmo, ni siquiera en dichos sectores.
No saben “unir
fuerzas” para procurarse un espacio político dentro de las instituciones políticas
como las Juntas Municipales, Departamentales, Diputaciones o Senadurias porque falta más claridad y contundencia en las
acciones políticas. Todos desconfían de todos.
Viven
pensando de manera maniquea. Stroessner, los stronistas y los que no piensan
como ellos, son el mal, el diablo y todo lo peor del mundo. Pero Marx, Fidel,
el Che, Hugo Chavez y muchos otros próceres socialistas son dioses que debemos
respetar.
Me disculpan,
si les ofendo, pero aquí entran todos los liberales y socialistas. Desde los
intelectuales hasta los mártires de las barricadas.
Si bien, la
Alianza GANAR tuvo grandes oportunidades electorales, no era sustentable en el
tiempo.
El Partido
Colorado, es una maquinaria electoral que está basada entre otras cosas en tres
pilares básicos, “el prebendarismo, clientelismo político y el discurso
nacionalista del Paraguay Eterno bajo la bandera Roja del coloradismo”. Es la base del accionar stronista que nunca se fue. Estos
pilares son la raíz de todos los males de la república, porque genera los tres peores enemigos del hombre, la IGNORANCIA, el FANATISMO y la AMBICIÓN.
Estos
elementos permitieron la llegada de Mario Abdo Benitez (h).
Es legítimo? Totalmente legítimo.
En política, uno debe enfrentar los discursos con otros discursos, las acciones con acciones y los votos con votos.
Es legítimo? Totalmente legítimo.
En política, uno debe enfrentar los discursos con otros discursos, las acciones con acciones y los votos con votos.
La gran
pregunta es… ¿Por qué gano el Partido Colorado, si en su interior también “bulle” la hipocresía,
el rencor y el odio?
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