Por Tito Benitez
Tímida o no, posiblemente, se viene la reforma constitucional. De hecho, los intereses sobran. La pregunta es: a quiénes les interesa?, Por qué?, Cuán grande es el sector interesado?, qué es lo que quieren “reformar”? o cómo lo harán?
Tímida o no, posiblemente, se viene la reforma constitucional. De hecho, los intereses sobran. La pregunta es: a quiénes les interesa?, Por qué?, Cuán grande es el sector interesado?, qué es lo que quieren “reformar”? o cómo lo harán?
Ya sabemos que, por un lado, existe un
mecanismo electoral. La pregunta es si ese mecanismo es lo suficientemente
transparente para que participen, efectivamente, los representantes de los
diversos sectores de nuestra sociedad.
Por otro lado, aunque existan mecanismos
“transparentes”, qué garantiza que serán aplicados con la altura ética? Todo
político, durante la campaña, expresa un discurso. Una vez en el poder, hace todo lo contrario.
Ahora bien, si se viene la reforma,
tímidamente o no, bajo los intereses de quién o qué quieren cambiar? Lo que
debe importar es si la ciudadanía quiere reformar la constitución que
supuestamente rige en este país. Digo que rige, porque no sabemos qué leyes
rigen y para quiénes.
La ciudadanía común, los que vivimos el día a
día, los que pagamos nuestros impuestos, los que no tenemos un seguro VIP a
costa del Estado deberíamos ser quienes nos preguntemos y reflexionemos cuáles
son las prioridades que tenemos como sociedad.
De hecho, muchas preguntas surgen, tales como
si la reelección es una prioridad para la sociedad y de qué serviría. O quizás
sea un error. La reelección podría convertirse en un espacio donde los tiranos
una vez que asuman el poder busquen perpetuarse a costa de la supuesta “legalidad”
existente a partir de los cambios.
En este sentido, recordemos que Stroessner
llegó en el 54 al poder como un cordero, héroe de la guerra del Chaco y con
discursos emotivos, cuasi populistas. Y se quedó por 35 años.
Otros cuestionamientos a la Reforma
Constitucional serían tales como qué artículos suprimimos, agregamos y por qué.
De qué manera blindaremos del acceso al poder de los corruptos en el depredado Estado. Con esta
reforma, se solidificará la debilitada institucionalidad de nuestra república?.
Creo que si la reforma constitucional esta a
la vista, la ciudadanía “común” debería
ser la primera interesada en este tipo de cambios. No podemos darnos el lujo de
dejar el arco libre para que cambien lo que quieran en beneficio de unos pocos
y en detrimento de la inmensa mayoría excluida.
Ojalá estemos en vigilia, aunque sea por redes
sociales.
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