VICTORIA PIRRICA POR ITAIPU BINACIONAL

Por Salvatore Brienza

El tratado de Itaipu firmado entre Brasil y Paraguay durante la Dictadura de Stroessner, representa, según algunos historiadores oficiales, la "estrategia más grande del gobierno militar para evitar una guerra, a causa de la ocupación militar por parte del Brasil de los Saltos del Guaira".

Este hecho pone al General de Ejército Alfredo Stroessner a la altura de grandes estrategas militares como Napoleón o Alejandro Magno o del propio Sun Tzu que decía que "la mejor batalla es aquella que no se combate".

Desde aquellos tiempos, nadie entendía el acuerdo al que llegó el Paraguay para ser poseedor de la mitad de la Usina Hidroeléctrica, hasta hace poco, más grande del mundo. Pero nosotros le ganamos la pulseada al Imperio del Brasil. En términos bien criollos "i výro umi rapái". 

Recuerdo vagamente, cuando explotó el muro que desviaba el cauce del río Paraná y que permitía que se pudiera construir la hidroeléctrica en el "lecho seco", las radios y periódicos hablaban de que con este paso, el Paraguay prácticamente viviría en la abundancia y que, en tono jocoso, hasta tomaríamos "tereré eléctrico".

Desde aquel tiempo escucho hablar del "Tratado de Itaipú y el famoso Anexo C". 

Lo único que sabía era que "los que trabajaban en la binacional eran ciudadanos privilegiados, que eran ingenieros y por ahí escuche que a los más importantes, se les decía "Barones de Itaipu".

Era un mundo de privilegios, autos de alta gama, salarios increíbles y títulos grandilocuentes.

Con el tiempo, fui entendiendo, que había una deuda por la represa que Paraguay pagaba bajo las mismas condiciones y que algunos números eran tan difíciles de entender que "SOLO LOS INGENIEROS DE ITAIPU" lo podían comprender. También descubrí que muchos obreros murieron durante la construcción y que muchos nunca fueron indemnizados, como sí se hizo del lado brasilero. 

Comprobé que las obras que se hicieron del otro lado del río, deberían haberse hecho en el lado paraguayo y que las mimas regalías que se tenían en la margen izquierda (Brasil), se recibían en la margen derecha (Paraguay), salvo por una sola cosa "AQUI NUNCA LLEGARON LOS BENEFICIOS A LA SOCIEDAD". Alguien se quedó con la parte del león.

Así, fui conociendo los apellidos de los Debernardi, Wasmosy, Cubas y muchos otros, que eran gente "muy rica", casi de alcurnia, semi dioses en el Paraguay de Stroessner, porque prácticamente de sus cerebros privilegiados salió la represa.

Después de 30 años, voy entendiendo que muchos de estos "grandes hombres" (la minúscula y las comillas son a propósito) entregaron el patrimonio energético del país a cambio de beneficios personales y en detrimento de la población.

Así nos fuimos enterando, como sociedad, que los salarios de los Directores de la Binacional son el doble, triple e incluso cuádruple del salario del propio Presidente de la República.

Que la Contraloría General de la República nunca podría auditar la Itaipú, porque el otro dueño y socio es la República Federativa del  Brasil y como tal es cómplice en todos los acuerdos y trapisondas que ocurrieron y siguen ocurriendo dentro de la administración binacional.

Es así que hoy, 26 de julio del 2019, todo el Paraguay se entera que se ha firmado un Acuerdo Técnico y Bilateral entre las cancillerías de ambos países (Paraguay/Brasil) y que según Ingenieros y Técnicos Paraguayos lo único que asegura es que el Paraguay "entra a jugar en desventaja" para las famosas negociaciones que se harán en el 2023.

Para muchos analistas del gobierno, incluido el propio Presidente Mario Abdo Benítez hemos dado "un paso muy importante" de cara al 2023 y este acuerdo es el primer paso.

En ambos sentidos, tanto desde el punto de vista de los optimistas y pesimistas,  me recuerda a Pirro.
Este Rey de Epiro,  consiguió una victoria sobre los romanos, pero fueron tantos los muertos en su ejercito que pronunció la frase "una victoria como esta y volveré solo a casa".

Es por eso que lo sucedido en Rio de Janeiro es para cuidar toda la estrategia posible de cara al 2023, porque cada victoria, viene siendo siempre desfavorable a nuestro país; y parafraseando a Pirro digo que: "Si seguimos ganando, nos quedaremos sin Itaipu"