Política y Crimen Organizado

Por Salvatore Brienza
La detención de la ex diputada colorada Cinthya Tarragó y su marido en Estados Unidos, es una noticia que nadie esperaba.
Sin embargo, no es extraño que alguien del Partido Colorado este involucrado en hechos de narcotráfico, lavado de dinero o algún negocio turbio.
Pero, salvo raras excepciones, esta modalidad delicuencial se ha apoderado de la mayoría de los partidos y movimientos políticos.
Los tipos de delitos van desde la usura, pasando por el narcotráfico, el contrabando y hace un buen tiempo el secuestro y extorsión.

Unos 20 años atrás, cuando se acercaban las elecciones, se robaban móviles de caudales, bancos y algún que otro golpe al "maletín de la corona". Pero todo quedaba "en familia".
Para eso, dicen que la propia policía, en conjunto con los políticos de turno, estimaban el valor que se necesitaba para aportar en la campaña y los grandes delincuentes perpetraban los asaltos "con permiso del comisario".
Con el tiempo, las OTC (Organización Transnacional del Crimen), tejieron sus redes en nuestro país y el lucrativo negocio del narcotráfico pasó de mayor a menor escala, con ramificaciones en las esferas políticas y ahí se pudrió todo.
Ya lo decía Mario Puzo en su genial obra El Padrino cuando el traficante de drogas Sollozzo le dice: "Don Corleone. Necesito un hombre con amigos poderosos. Necesito un millón de dólares en efectivo. Necesito, Don Corleone, a todos esos políticos que usted carga en el bolsillo como si fueran centavos"

A lo que Don Corleone le responde: "Es cierto que tengo muchos amigos en la política, pero dejarían de serlo si supieran que estoy metido en las drogas en lugar del juego, que para ellos es un vicio inofensivo".
Ésta es la pequeña diferencia entre el negocio ilícito pero "controlado"; ante el desmedido y el lucrativo negocio de las drogas que coloca a nuestro país en la mira de organizaciones internacionales de lucha contra el lavado de dinero y el narcotráfico.
Además, nuestro país tiene más senadores y diputados vinculados al narcotráfico que en las mejores épocas de los "capos criollos".
Hoy, son Organizaciones Internacionales del Crimen las que comandan todo, y es por ello que los Carteles de Sinaloa, lo que queda del Cartel de Medellín, de Cali o el PCC y el Comando Vermelho necesitan colocar políticos en distintos estamentos, desde las concejalias municipales, intendencias, gobernaciones o estado central, para tener el control de las leyes y los organismos de control como la policía y el ejército. Y ni que decir, poner Jueces, Fiscales y algún que otro funcionario Policial, para controlar a los que le controlan.
En cada campaña electoral, nadie en su sano juicio puede creer que hay un discurso que convence a la gente o el candidato demuestra honestidad para llegar al poder.
Es urgente y necesario que haya transparencia en el dinero que se utiliza para la campaña política.
El estado, o sea todos nosotros, financiamos a los partidos, pero el dinero que  "los benefactores anónimos" invierten en los y las candidatas, para luego quitar ventajas económicas, políticas o jurídicas es mayor a lo que creemos conocer.
Se necesita transparencia, claridad y por sobre todo que la SEPRELAD y la Fiscalía General del Estado investiguen y procesen a aquellos que utilizan dinero sucio para llegar a cargos electivos y ser funcionales a sus patrones de turno.
En esto, están todos metidos, desde el politiquillo de barrio que se beneficia con el tráfico al menudeo, como el gran Senador que puede cambiar Comisarios o Fiscales con una llamada telefónica.
Es hora de actuar. Es urgente lograr que se apruebe una Ley de Financiamiento de los Partidos Políticos.
El país lo necesita.