Por Salvatore Brienza
Hasta el momento, como sociedad afectada por la pandemia del Sars-Covid19, no sabemos cual es el futuro de la población.
Por un lado, las autoridades, han empezado a liberar los espacios para reuniones, acontecimientos sociales e incluso deportivos, así como la apertura parcial de las fronteras en las ciudades fronterizas.
Según, ciertos sectores económicos, la inactividad del comercio fronterizo, terminará socavando la economía de Ciudad del Este, Salto del Guaira y Pedro Juan Caballero que viven del turismo de compras.
Sin embargo, ni bien se abrió el Puente de la Amistad y los "comerciantes" ya ingresaban contrabando por el paso fronterizo, es decir, el "Turismo de Compras" que tanto anunciaban de este lado, era para ir a traer desde el otro lado, las mercaderías para surtir los kioskos, despensas y supermercados de los barrios esteños y paranaenses.
Debemos recordar que, no es que la pandemia, la cuarentena o el cierre del puente hayan hecho que el contrabando deje de existir por meses.
Muy por el contrario, mercaderías y humanos, pasaban a diestra y siniestra por arriba, abajo, agua, tierra y aire con las autoridades fronterizas, léase Armada Nacional y Aduanas, mirando al suelo, el techo o su ombligo, mientras iban y venían en plena restricción de movimiento.
Pero ese contrabando, no era para los pequeños contrabandistas. Eran los grandes contrabandistas que siguieron haciendo uso y abuso de su poderío económico, sobornando a las autoridades de frontera.
Mientras sectores "antivirus" proclamaban la no existencia del tal "covid", la población en general seguía las recomendaciones ministeriales y del gobierno; otros grupos menos "empáticos" con la realidad nacional, cruzaban la línea fronteriza a su antojo. Así funciono el país, durante la pandemia y la cuarentena.
Hoy, la cantidad de muertos sigue en aumento, quizás no como venían anunciando los estudios de Oxford, pero sigue habiendo muertos, enfermos e internados por el Sars-Covid19 en todo el pais.
Antes, el anuncio del Ministro de Salud era cita obligada de la población ante las redes sociales o los canales de televisión, cuando se anunciaba la cantidad de análisis realizados, los resultados positivos, del extranjero, en albergues o sin nexo, que dejaba a la población aliviada de no tener que cargar con los muertos.
Sin embargo, muchos hemos vivido de cerca los rigores de esta pandemia al tener que saber que varios parientes, amigos o conocidos murieron en la estricta cuarentena y que, por restricciones, no podíamos ir a despedirlos dignamente.
Esto afecta al alma. Lo sabemos, porque lo sentimos en carne propia.
Pero la post pandemia, no será como todos piensan. No habrá la "antigua normalidad".
Los casos de Covid19 siguen. En menor medida, pero siguen. Y los grupos de riesgo son los adultos mayores, los que tienen algún tipo de enfermedad de base y aquellos que tienen algún tipo de deficiencia en su sistema inmunológico.
En Europa, países como España, Italia o Alemania, empezaron a restringir el movimiento de las personas en ciudades que han sentido un rebrote de la enfermedad y estan tomando las medidas necesarias para minimizar el impacto.
La critica que se ha hecho a las autoridades de Paraguay de no haberse preparado para la Primera Ola, hoy debe ser el punto de inflexión para decirles que deberían de prepararse para la Segunda Ola.
La "nueva normalidad" esta en andamiento. Las recomendaciones de distanciamiento social, lavado de manos y uso de mascarillas es obligatorio para la población en general. Pero todos vemos que la realidad no es así.
Nadie hace caso a las "recomendaciones ministeriales" y la segunda ola esta a la vuelta de la esquina.
Y es responsabilidad de todos estar preparados.
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