Por Salvatore Brienza
La vida está llena de sorpresas. Aunque muchas de ellas no sea sorpresa para otros, porque reman hace tiempo en las aguas del conocimiento del idioma guaraní. Para mí, que no soy un asiduo guaraní hablante, pero sí un admirador de los que hablan el idioma, me tocó participar en el acto de clausura del Año Lectivo 2020 de la Academia de Lengua y Cultura Guaraní de la Regional Iturbe-Guairá.
Mi presencia, fue fortuita. Mi madre, la Maestra Antonia Esther López Vda. de Benítez fue Madrina de Honor, junto a la Maestra María Concepción Gallinar de Rojas y el Intendente de la ciudad de Iturbe, Ingeniero Darío Cabral.
La acompañe, en principio, sólo para tomar fotos del acto en sí y documentar el trabajo que realizan de manera silenciosa en este pueblo, donde Augusto Roa Bastos sentó sus mejores relatos literarios.
Llegamos cuando estaban terminando las Defensas de Tesis para adquirir el grado de Magister de las alumnas del Ateneo de la ciudad.
Cuanto más escuchaba, aunque a veces no entendía todo lo que decían, más me emocionaba saber que soy un extranjero en mi pueblo. Pero mi emoción no era de alegría, era de tristeza. Tristeza interna. Porque me di cuenta, que nos falta mucho como sociedad, para entender lo complejo de mantener nuestra cultura ante el avance de lo foráneo, de lo extranjerizante, de lo externo a "lo nuestro".
El trabajo que realiza el Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní, es una batalla titánica para mantener el idioma que "nos hace pueblo", o como diría Mons. Saro Vera, un autor poco leído en su libro "El Paraguayo, un hombre fuera de su mundo", "lo que nos hace tribu".
Me quedé maravillado por el trabajo de la Dra. en Lengua Guaraní Castorina González de Vecca, Directora de la Regional de Iturbe y los docentes del Ateneo que, a pesar de la Pandemia, lograron egresar a Licenciados en Lengua y Cultura Guaraní y, no sólo eso, traer a la ciudad de Iturbe la Maestría en Lengua y Cultura Guaraní, con dos nuevas Magister formadas en la Academia.
La vida está llena de sorpresas. Aunque muchas de ellas no sea sorpresa para otros, porque reman hace tiempo en las aguas del conocimiento del idioma guaraní. Para mí, que no soy un asiduo guaraní hablante, pero sí un admirador de los que hablan el idioma, me tocó participar en el acto de clausura del Año Lectivo 2020 de la Academia de Lengua y Cultura Guaraní de la Regional Iturbe-Guairá.
Mi presencia, fue fortuita. Mi madre, la Maestra Antonia Esther López Vda. de Benítez fue Madrina de Honor, junto a la Maestra María Concepción Gallinar de Rojas y el Intendente de la ciudad de Iturbe, Ingeniero Darío Cabral.
La acompañe, en principio, sólo para tomar fotos del acto en sí y documentar el trabajo que realizan de manera silenciosa en este pueblo, donde Augusto Roa Bastos sentó sus mejores relatos literarios.
Llegamos cuando estaban terminando las Defensas de Tesis para adquirir el grado de Magister de las alumnas del Ateneo de la ciudad.
Cuanto más escuchaba, aunque a veces no entendía todo lo que decían, más me emocionaba saber que soy un extranjero en mi pueblo. Pero mi emoción no era de alegría, era de tristeza. Tristeza interna. Porque me di cuenta, que nos falta mucho como sociedad, para entender lo complejo de mantener nuestra cultura ante el avance de lo foráneo, de lo extranjerizante, de lo externo a "lo nuestro".
El trabajo que realiza el Ateneo de Lengua y Cultura Guaraní, es una batalla titánica para mantener el idioma que "nos hace pueblo", o como diría Mons. Saro Vera, un autor poco leído en su libro "El Paraguayo, un hombre fuera de su mundo", "lo que nos hace tribu".
Me quedé maravillado por el trabajo de la Dra. en Lengua Guaraní Castorina González de Vecca, Directora de la Regional de Iturbe y los docentes del Ateneo que, a pesar de la Pandemia, lograron egresar a Licenciados en Lengua y Cultura Guaraní y, no sólo eso, traer a la ciudad de Iturbe la Maestría en Lengua y Cultura Guaraní, con dos nuevas Magister formadas en la Academia.
Dr. David Galeano (Foto de Desirée Esquivel, para Ciencias del Sur) |
Ver la pasión con que presentan sus trabajos, con que se dedican a fomentar el estudio de la Lengua y la Cultura Guaraní es admirable desde todo punto de vista.
Me consta, el trabajo que viene realizando el Dr. David Galeano, con cultores de la Lengua entre los que estuvieron el recordado, Don Félix de Guarania y muchos otros que siguen bregando por darle el estatus de "lengua oficial" a una lengua, que en los papeles es oficial, pero en la práctica "siempre quiere recibir el puñal de la muerte como idioma". Cuantos parlamentarios, políticos o empresarios, incluidos docentes y profesionales, cuestionan la "utilidad" y ni siquiera hablan el idioma guarani? Pero "ha'e patriota".
El paraguayo quizás, como colectivo humano, no necesita de una lengua para existir. Pero un ciudadano paraguayo no puede negar que hablar o comprender la lengua guaraní es clave para entender nuestra idiosincrasia y lo que nos hace diferente de otros pueblos.
Muchas de nuestras costumbres, "que no tienen nada de otra nación", vienen de la cultura y el habla guaraní. Una cultura que lo vemos marginada en el campesino, en el agricultor de tierra adentro, en las esquinas de las calles, donde "miramos a otro lado, a los indígenas que mendigan en los semáforos", pero nos golpeamos el pecho "cuando gana la albirroja".
El guaraní no es bien visto en ciertas clases sociales y económicas, y siempre salen con el discurso de "el guaraní le atrasa al niño", "de que te sirve el guaraní en el extranjero", "el guarani no te sirve, el inglés sí", etc. Incluso conceptos como "karai ñe'e", para el castellano, y "ava ñe'e", para el guaraní, ya son excluyentes en la mente del paraguayo; otorgándole al primero el estatus de "serio, superior, de abolengo" y al segundo, "informal, inferior, reducido".
Por otro lado, hay personas que con cierto sesgo de "chauvinismo o snobismo" creen que hablando en guaraní tienen más poder o serán más aceptados. Lo que le permite, según su creencia, en ser un "inmune ante la ley", justificándose de que "estamos en Paraguay", "ha ko'ápe ore la romandava", o utilizando "frases en guaraní" para denostar contra su propio compatriota.
La lengua y la cultura guaraní, y más aún el trabajo que realizan los del Ateneo, merecen ser reconocidos y darles el apoyo que merecen al esfuerzo que llevan adelante.
Un trabajo silencioso, con una profundidad de tierra adentro. Como me dijo uno de los asistentes, las regiones donde más egresados hay, o había, hasta antes de la Pandemia, son Alto Paraná, Caaguazú, etc.
En ciudades como Iturbe, donde han tenido el apoyo de Intendentes, desde el recordado Don Víctor Alfredo Bastos, Concejales Municipales y Docentes con basta experiencia académica, que se esforzaron en ponerle en la ruta de la "Formación Académica Terciaria", -y agrego yo, con estatus "Universitario"- como opción para los que terminan la Secundaria es clave para ganar ese espacio en la ACADEMIA, y es un privilegio ver su trabajo realizado.
En ciudades como Iturbe, donde han tenido el apoyo de Intendentes, desde el recordado Don Víctor Alfredo Bastos, Concejales Municipales y Docentes con basta experiencia académica, que se esforzaron en ponerle en la ruta de la "Formación Académica Terciaria", -y agrego yo, con estatus "Universitario"- como opción para los que terminan la Secundaria es clave para ganar ese espacio en la ACADEMIA, y es un privilegio ver su trabajo realizado.
Hago un llamado al Poder Ejecutivo, y a las autoridades de las ciudades del interior del país, a que sigamos promoviendo el rescate del arte y la cultura guaraní, en todas sus facetas, porque de la lengua se encarga el Ateneo.
Para finalizar, dejo éstas palabras dichas por el Doctor Federico González Escobar, mencionando al Dr. David Galeano, "Nosotros no necesitamos del guaraní, el guaraní nos necesita"
1 comentario:
El proceso de aculturación a través de los medios masivos de comunicación, está asfixiando al Guarani, un bombardeo inmisericorde de programas enlatados que permean la frágil mente de los niños y jóvenes que ahora dicen oye wei en vez de decir ndeee!!! Urge hacer cumplir las leyes de protección a la cultura.
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