Por Tito Benítez, Psicólogo
Llegan las vacaciones y podemos compartir más tiempo con los niños. Los niños también pueden aprovechar diversas actividades en familia, con los amigos, vecinos o con los primos.
El juego puede ser un medio concreto donde se pueda pasar el tiempo y a la vez aprender. Recordemos que los niños continúan aprendiendo. Podemos promover espacios de estimulación oportuna para que los niños desarrollen habilidades y destrezas mediante actividades lúdicas.
En estas vacaciones podemos proponer actividades cortas donde el niño dibuje por ejemplo una fotografía vista, un cuadro, una película vista en familia u otra imagen que para el niño tenga una significación determinada.
Otra actividad que podemos aprovechar con el niño son los cuentos. Es un espacio oportuno y precioso que desarrolla habilidades comunicativas importantes. Permite el desarrollo del habla, de los gestos verbales, de los no-verbales (gestos, disposición corporal en el espacio, expresión facial, contexto, vocabulario, etc.)
Además reconocen personajes, contextos, situaciones, pueden recrear sus propias historias. Además, es un espacio donde los padres e hijos desarrollan habilidades socio-afectivas.
Así también podemos proponer actividades que impliquen el movimiento de las destrezas motoras. Saltar, bailar, correr, jugar al futbol, al volley, a las cuerdas son sumamente importantes porque permite que el niño continúe desarrollándose y aprendiendo.
Con estos juegos el niño también desarrolla la imaginación, la memoria, el respeto a las reglas de los juegos, así como aprender a perder y a ganar.
Estas vacaciones pueden significar un descanso de la escuela, pero no de continuar aprendiendo. El aprendizaje no necesariamente es sinónimo de sentarse en una silla y hacer lo que se propone en la pizarra.
Paramos un momento, pero no por eso dejaremos de aprovechar esos espacios para que compartamos con los niños y aprendemos de ellos la capacidad de disfrutar del momento.
Felices vacaciones.
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